Se acostumbró a su mundo, se separó del sol, se despidió del tiempo para dormir mejor. La reina de la noche fue la potenciación, y el frío del invierno nunca la perdonó. Se despertó llorando, se desilusionó buscando los motivos de la desolación, la consecuencia grave, la desesperación y el enfermizo juego de la transformación.
Casi Cruel
Hace 6 meses
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